miércoles, 4 de diciembre de 2013

YO SOY HIJA DE UN REY

Toda mujer tiene un propósito divino, pero no puede ver ese designio sino comprende su valor a los ojos de Dios.

Una mujer de nombre Débora nos enseña un principio que llamaremos el principio de la herencia real. Es la herencia de Dios para sus hijas. En la antigüedad la herencia real era sólo para los hijos, pero hoy la herencia real es también para las hijas.

Hay una herencia muy importante para la vida de cada hija de Dios y, cuando una hija de Rey sabe quien es, no anda tratando de convencerse o de convencer a otros. La princesa de Dios sabe cuál es su herencia. Ella conoce lo que le corresponde, ella no pelea con Dios para que Dios le apruebe nada. Ella sabe que sabe de quién es hija.

Cuando una mujer está segura de quién es, sabe que es heredera de todas las cosas y lo que le falte lo pide a su Padre. Débora era una mujer sencilla y humilde. Pero no hay que confundir humildad con autoestima baja, ella era humilde pero estaba muy clara de quién era y cuanto valía.

Es tiempo de que las hijas de Dios se alineen con lo que Dios ha dicho de ellas... Es el tiempo de que las hijas de fe, tomen conciencia de quién son hijas.

Dios te quiere con una autoestima saludable, con dignidad, con valor. Dios te quiere como te creo, reina de su mundo, corona de la familia, socia de su esposo. Dios no te quiere en competencia con él, pero tampoco te quiere como alfombra de él o de ellos.

Deja de llorar, deja de sufrir, para de lamentarte, arregla tu vida y repara tu imagen, alégrate, arregla tu rostro y arregla tu vida. Habla "firme y pisa recio”. Eres hija de un rey, camina con gracia regia, con postura de realeza, tú vales para Dios.

Hay cosas que pusieron sobre ti, que son sobre peso que alguien añadió y que no es justo que estés cargando con eso. Dios no te diseño con ese complejo, el no te diseño con ese miedo. El te diseño libre, bonita con una imagen sana y segura de ser la primera dama de tu mundo. Vive como tal.

Regresa al diseño original de Dios
No permitas que nadie te haga abortar tus sueños de princesa. El Rey ha dicho que eres su hija, sueña como tal. No des tu sueño en adopción. Tu sueño es parte de tu herencia, no la descuides.

Dios te ha puesto en el lugar correcto y en el tiempo exacto para el alumbramiento perfecto, créelo y esfuerzate con valentía, para que el mundo vea lo que eres capaz de dar a luz. No hay princesas feas, el único feo es tu enemigo, por eso, busca qué es lo feo que el puso sobre ti y sácatelo de encima.

Si son arrugas de tristeza sácatelas de encima, si son libras de más, elimínalas, si son canas cámbiale el color o péinalas con orgullo. Defiende la obra de Dios, tú eres su obra maestra, no te maltrates a ti misma. Débora sabía claramente cuál era el llamado, su función y qué tenía que hacer y qué no. Que le tocaba a ella y que le tocaba a otra.

Débora tenía claro su identidad, sabía definirse. Cuando uno no sabe quién es va a hacer cualquier cosa menos lo que Dios esta indicando que se haga. Pero quién sabe lo que Dios ha dicho, uno será diligente en lo que emprenda.



2 comentarios: