Dios desea que nuestra verdad (corazón) sea transparente delante de El, sin disfraces, si quisiéramos engañarlo no podríamos porque El puede ver lo que hay dentro de nosotros, simplemente el quiere que seamos sinceros, aunque sepamos que tenemos un corazón con cosas que a Dios no le agradan, quiere que seamos genuinos y francos.
Hoy ya no se hacen sacrificios, estamos en el tiempo de la gracia, nadie requiere ir con una ofrenda para quemar, la ofrenda que Dios quiere es un tiempo reunido contigo, si le alabas sea con devoción, orando , hablando en plena certidumbre de fe con El, lo que hagas para Dios sea real con ferviente deseo de agradarlo a El .
En nuestro corazón están almacenadas nuestros deseos y sentimiento, y en el pueden existir grandes sufrimiento, temores, orgullo, traumas, heridas profundas, odio, etc., porque todo lo que vivimos se va almacenando en ese depósito que es el corazón, nosotros no podemos sanarnos ni quitarnos heridas profundas por sucesos trágicos o terribles que no estuvieron en nuestras manos evitar, si tu corazón está ennegrecido por la maldad de este mundo
El dice en Isaías 1:18 "si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos", todos somos pecadores, no importa el pecado que tengas o te hayan hecho o lo hallas cometido, Dios te perdonará , te limpiará, te sanará, y tendrás una vida nueva , el quiere tu corazón para cambiarlo para darte gozo, y entonces tú serás otra persona tanto así que no podrás reconocerte porque el hace grandes maravillas a quien se lo piden.
Si no conoces a Jesús y quieres conocerlo debes hacer una oración de Fe, repite esta frase:
"Señor Jesús, rindo mi corazón, reconozco que soy pecador y que necesito de tu misericordia, te pido que me perdones y que me cambies, escribe mi nombre en el libro de la vida,
Amen"
"Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas" (Marcos 12:30).
Dios quiere todo de ti. Dios no quiere una parte de tu vida. Pide todo tu corazón, toda tu alma, toda tu mente y todas tus fuerzas.
A Dios no le interesan los compromisos a medias, la obediencia parcial y las sobras de tu tiempo y dinero. Quiere tu devoción plena, no pedacitos de tu vida.
La Biblia dice:
"Así que nosotros, que estamos recibiendo un reino inconmovible, seamos agradecidos. Inspirados por esta gratitud, adoremos a Dios como a él le agrada, con temor reverente"
(Hebreos 12:28, Dhh).
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