sábado, 22 de marzo de 2014

CON UN CORAZÓN AGRADECIDO, ME DIRIJO A DIOS EN ORACIÓN


Tomo tiempo cada mañana y cada noche para darle gracias a Dios por mis bendiciones. Esta práctica poderosa de oración me ayuda a mantener un corazón abierto y agradecido.

Al enfocar mi atención en mis bendiciones, mi corazón es infundido con la luz, la vida y el amor de Dios. Cada área de mi vida es prosperada, y me lleno de fe, expectativa y esperanza.

En la mañana, mi agradecimiento fija el enfoque para el día. En la noche, una oración de gratitud me lleva a un sueño reparador. Al despertar al día siguiente, me siento refrescado y estoy listo, ¡alerta y receptivo para recibir más bendiciones!

Doy gracias a Dios, a quien sirvo con una conciencia limpia, como sirvieron también mis antepasados 

2 Timoteo 1:3




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