domingo, 8 de diciembre de 2013

El apóstol Pablo no tuvo una vida fácil. Sufrió muchas persecuciones.

 Era pobre y a menudo tenía aflicciones. Tenía problemas físicos de los cuales no fue liberado. Pasó mucho tiempo en prisiones. Sin embargo, con todo ésto, Pablo era un cristiano muy contento. 

Pablo escribió,
“ . . . He aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación”. Filipenses 4:11

Pablo aprendió a estar contento tuviese mucho o poco, estuviese en prisión o libre, en abundancia o en aflicción. Había aprendido que Dios y lo que Él había provisto era todo lo que necesitaba. Pablo dijo:

Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad (Filipenses 4:12).

El secreto del contentamiento es creer que Dios y lo que Él me da es todo lo que necesito. Es aprender a estar contento en cualquier situación en la cual Dios me ha puesto.

Dios dice que debemos vivir sin codicia. Codiciar significa desear ardientemente algo que pertenece a otra persona. Se nos manda no ser codiciosos, sino, lo contrario: estar contentos con lo que tenemos. La Biblia dice:

Sean vuestras costumbres (tu manera de vivir) sin avaricia, contentos con lo que tenéis ahora; porque él dijo: NO te desampararé, ni te dejaré (Hebreos 13:5).

En este versículo, Dios nos dice por qué debemos estar contentos. Debemos estar contentos (1) porque tenemos a Dios mismo viviendo en nosotros, y (2) porque tenemos lo que Él ha provisto para nosotros. Ésto es todo lo que necesitamos!!!



1 comentario: