domingo, 20 de octubre de 2013

En Las Manos De Dios

Por la gracia de Aquel que tiene poder y autoridad para sanar mi cuerpo, el que dijo: “Yo estaré en medio de ti como tu sanador y vendaré tus heridas y te sanaré de pura gracia.” 
Declaro una inquebrantable salud sobre mi vida, con un cuerpo sano, cada uno de mis órganos funcionando perfectamente. 

Oh Padre de misericordia y Dios de toda sanación, vengo ante ti como tu hija, con gran necesidad de tu ayuda. Muchos de mis problemas y necesidades físicas relacionadas con la salud, han sido causados por mis propias faltas, negligencias y pecados, otras las he recibido a través de mi árbol genealógico.

Señor Jesús, te suplico humildemente que entres nuevamente dentro de mi pasado, en el momento de mi concepción, y borres los pecados de mis padres y abuelos, especialmente los pecados que me han expuesto a enfermedades y defectos genéticos y físicos.
Te pido que pongas tu cruz entre mis padres y abuelos y todo antepasado y yo, y que limpies completamente mi linaje familiar desde su inicio para que no quede ninguna mancha, ninguna secuela, ninguna mala herencia y comience una generación bendita que se prolongue a mis hijos nietos y bisnietos.

Precioso Señor Jesús, te pido por favor que mires con tu gran amor y misericordia mis necesidades relacionadas con mi salud física y emocional.
Te pido que envíes a tus ángeles sanadores para que obren en cada aspecto de mi composición genética.
Pido que sanes cada enfermedad y anormalidad en la química de mi cerebro y en todos los procesos de mis pensamientos donde pueda haber perturbaciones presentes.
Sana todo el daño causado por la tensión, el descuido.
Quita, por favor, todos los genes defectuosos que hayan sufrido mutación y restaura mi composición genética a su condición original y adecuada. Tal y como tú me diseñaste.
Si los pecados de mis padres o abuelos me han expuesto a cualquier forma de enfermedad demoníaca o maldiciones generacionales heredadas, tomo, por el poder del Señor, Dios Todopoderoso, la espada del Espíritu y me declaro libre. Ordeno a todos los espíritus inmundos de enfermedad y dolencias que dejen mi cuerpo ahora mismo, y los echo al lago de fuego eterno.

Llamo a los ejércitos celestiales, a los ángeles de Dios, a rodear, a proteger y limpiar con la luz santa del Creador, todas las áreas desocupadas por las fuerzas del mal. Le pido al Espíritu Santo que sane mi corazón, mente, cuerpo, alma y espíritu, llenándome hasta desbordar con la vida y el amor de mi Señor Jesucristo. 


Amén.


1 comentario: