lunes, 30 de septiembre de 2013

¡Vivir conforme a lo que Dios pensó y preparó para ti, eso es VOLVER A NACER!

Nadie pone remiendo de paño nuevo en vestido viejo; de otra manera, el mismo remiendo nuevo tira de lo viejo, y se hace peor la rotura. Y nadie echa vino nuevo en odres viejos; de otra manera, el vino nuevo rompe los odres, y el vino se derrama, y los odres se pierden; pero el vino nuevo en odres nuevos se ha de echar. Marcos 2: 21 – 22

Hay algo que muchos de nosotros quizás hemos escuchado y es que en algún momento no has dicho: “DEBEMOS NACER DE NUEVO”.. Tal vez en cierto momento no le damos mucha importancia a estas palabras, pero grave error el que cometemos cuando decidimos no tenerlas en cuenta.

El nacer de nuevo debería ser para nosotros realmente una prioridad en nuestra vida como cristianos, pues si queremos tener una vida espiritual firme de volver a nacer depende el avance que podemos tener espiritualmente o en Cristo. Nosotros no podríamos pretender que Dios nos use o trabaje en nosotros si no hemos muerto a la carne, morir a nuestro “yo” para que pueda vivir Cristo, para que El habite libremente en nosotros.

No sé si en el transcurso de tu vida como cristiano/a has tenido dificultades u obstáculos que te impiden avanzar espiritualmente, y quizás no te has dado cuenta que el motivo de esto es porque NECESITAS volver a NACER, dejar de lado todo lo que satisface tu carne y empezar a vivir para y por Dios; posiblemente no has podido ver que esas ataduras que te impiden vivir plenamente en Cristo son esas heridas que deben ser sanadas, esos vacíos que hay en tu corazón, la falta de perdón, el no someter tu voluntad a Dios, el no querer dejar ciertos hábitos de tu vida diaria; porque sinceramente la ÚNICA forma en que Dios pueda trabajar en ti es rindiendo tu voluntad a Él, es dejando que Él te tome en sus manos y transforme por completo, es permitiéndole entrar a tu vida a tu corazón para que pueda restaurar y sanar todo aquello que este roto o destruido.

Cuando cada uno de nosotros tomamos la decisión de aceptar a Cristo en nuestras vidas, El empieza un PROCESO de CAMBIO en nosotros; en algunos casos esto es muy poco notable porque no nos sometemos a El por completo, y es allí cuando empezamos a ver que flaqueamos, empezamos a alejarnos de Dios ante cualquier problema o circunstancia, nos volvemos TIBIOS ESPIRITUALMENTE, nuestra fe y esperanza decae poco a poco porque aunque aceptamos a Cristo en nuestras vidas y bajamos a las aguas NO volvimos a nacer y esa es la razón por la que aunque tengamos mucho tiempo congregándonos seguimos siendo los mismo. Pero que maravilloso es saber que nuestro DIOS, es un Dios de oportunidades, un Dios misericordioso que siempre está dispuesto a tendernos Su mano, a ayudarnos a volver a Él, a enseñarnos a como morir a nuestro “yo”, a que rindamos nuestra voluntad a Él, nos enseña y nos ayuda a PERDONAR, sana nuestras heridas, llena nuestros vacíos y nos da un corazón NUEVO.

¿Entonces te das cuenta de lo que es realmente conseguimos con volver a nacer? Wow, que hermoso regalo de Dios es esto!
¡Cuántas cosas maravillosas podemos recibir con solo morir a nuestro “yo” y dejar vivir a Cristo!

¡Un corazón nuevo! ¿Te das cuenta de eso? Es como empezar una nueva vida, es aprender a AMAR de una manera pura, es estar lleno de cosas nuevas, es vivir sin rencores, resentimientos o tristezas.. ¡Es simplemente ser ALGUIEN NUEVO!

¡Vivir conforme a lo que Dios pensó y preparó para ti, eso es VOLVER A NACER!


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