domingo, 1 de septiembre de 2013

LA BENDICION DEL SEÑOR ABUNDE, EN CADA LUGAR QUE PISEN TUS PIES

Este es tu tiempo mujer para que entiendas que es hora de hacer cambios, mostrar la hermosura de tu rostro y exhibir la gracia de Dios sobre ti, te motivo a que dejes la tierra de dolor y miseria y regreses a la abundancia de Belén, casa del pan, nunca olvides que eres una mujer bendita y bendecida Dios hablo de bien de ti al darle la promesa de Sara a Abraham diciendo:

A Sarai tu mujer no la llamarás Sarai, mas Sara será su nombre. Y la bendeciré, y también te daré de ella hijo; sí, la bendeciré, y vendrá a ser madre de naciones; reyes de pueblos vendrán de ella."
Génesis 17:15-16.

Recuerda que vienes de ella, de esa misma generación bendita.

Tienes gran capacidad de compartir, amar, servirle a Dios, de alargar tu mano al necesitado, de llevar consuelo al herido, sanidad al enfermo, pan al hambriento, tu bondad es tan grande que la gente te conoce y te honra, guardas la reputación de tu marido; guardas tu casa; virtuosa administradora de tu hogar, eres paciente; hacendosa, virtuosa porque te preparas en todo tiempo.
Proverbios 12:4

Tu nombre está inscrito en el libro de la vida, estás cubierta con su sangre bendita, escogida desde el vientre, corona de hora en la cabeza de los reyes, gózate en la presencia de Dios, aprende a sentarse a sus pies, aprende a derramar tu corazón delante del Él, escucha su tierna voz y espera que Él se deleite contigo, tu eres su amada, su niña, su hija.

Recuerda que lo que Dios te da, tú lo tienes que compartir más adelante, no dejes de buscar a Dios y únete a mujeres como tú, que amen a Dios con todo su corazón, con toda su mente y con todas sus fuerzas, llenas del amor de Dios, de la gracia de Dios y del poder del Espíritu Santo. No te conformes con solo con tu salvación, con la unción, con la bendición del Padre, deja que Dios haga milagros de multiplicación a través de tu vida, que tu familia se salve, que tus vecinos se salven que muchas almas vengan al arrepentimiento por el testimonio de Jesucristo en tu vida. Dios está contigo para darte la victoria, Él es el que pelea tus batallas.

Comienza a interceder por las almas, a orar por los enfermos, a hacer discípulos en las naciones, comienza a dar de gracia lo que por gracia recibiste para que no se estanque en tu vida el agua de vida, sino que comience a fluir en el nombre de Jesús!!!


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