Cuando nos enfrentemos a nuestros gigantes no lo veamos como una batalla donde podemos ser derrotados, sino mirémoslo como una oportunidad mas que tendremos para aprender de nuestro Dios.
Una oportunidad mas donde nuestro Dios se glorificara.
· En vez de verles con temor empecémosle a ver de la manera que nuestro Dios les ve
· Él los envía para que tengamos la oportunidad de crecer.
· En vez de ver las dificultades y las situaciones como una causa de derrota, veámosla como una causa de victoria, no corramos de los gigantes, sino hagamos a los gigantes correr de nosotros.
· No sé que gigante podemos estar enfrentando en este momento, pero si sé que no existe un gigante más grande que nuestro Dios.
· Puede ser que nos sintamos poco poderosos, que nos sintamos inferiores o derrotados, pero es hora de enfrentarnos a ellos.
· Enfrentémonos a los gigantes ahora mismo y preparémonos para entrar en Canaán.
· Dios nos ha prometido la tierra de bendiciones, Dios nos ha entregado la victoria, marchemos en confianza, tomemos lo que es nuestro.
No le permitamos mas al demonio mentiroso que nos desvié de nuestro camino.
Hoy como en aquel tiempo en el desierto el Señor nos dice tal como la escritura en Números 13:18-19 “… observad la tierra cómo es, y el pueblo que la habita, si es fuerte o débil, si poco o numeroso; cómo es la tierra habitada, si es buena o mala...
¿Has gustado de la tierra preparada por el Señor?
Si has gozado de mano poderosa de Dios en tu vida en algún momento ¿porque no luchar por permanecer en su tierra?.
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