Dios quiere cumplir sus propósitos y su voluntad en tu vida, pero si actúas pasivamente jamás disfrutaras de todos los beneficios y bendiciones que la Palabra declara, por supuesto eres salvo, pues el precio de tu alma, ya fue pagado completamente por nuestro Señor en la cruz del calvario; pero en el mismo paquete del regalo de la salvación, venían incluidas muchas bendiciones más, que tal vez no estás aplicando a tu vida.
Esto es lo que debemos grabarnos en nuestra mente.
Necesitamos tener la actitud de Josué y Caleb.
Vivamos con la mente puesta en Cristo Jesús.
Meditemos en las promesas que hemos recibido de Él.
Creamos que se van a cumplir y no dudemos de ellas.
Proclamemos las promesas que nos ha dado.
Y nunca nos rindamos.
No dejes que el enemigo te susurre 'fracasaste, no vas a conseguir la promesa de Dios". Eso es mentira . Porque la victoria ya fue conquistada y mientras tengas vida, siempre podrás retornar al camino del que, tal vez te desviaste El mismo Espíritu que levantó a Jesús de los muertos, vive en ti. Dios quiere que renueves tu mente para que puedas ver esta realidad espiritual.
Yo te animo en el nombre de Jesús hoy, a salir de aquí, habiendo tomado la siguiente decisión:
Acepto el propósito de Dios para mi vida, transitaré por el camino que El me ha trazado, no importa lo que pase, no importa lo que mis ojos físicos vean, no importa el tiempo que lleve el proceso, yo prosigo a la meta porque creo que su obra en mí, aunque mientras viva deba ser perfeccionada día a día, en Cristo ya está consumada y completa.
Vive, cree y actúa en actitud de fe.
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