miércoles, 8 de abril de 2015

¿Cuánto amo a Jesús?

LUCAS 7:47.”47Por esto te digo que sus muchos pecados son perdonados, porque amó mucho; pero la persona a quien poco se le perdona, poco amor muestra.”

Jesús en casa de Simón el fariseo (Lucas 7:36-48)

36Un fariseo invitó a Jesús a comer, y Jesús fue a su casa. Estaba sentado a la mesa, 37cuando una mujer de mala vida, que vivía en el mismo pueblo y que supo que Jesús había ido a comer a casa del fariseo, llegó con un frasco de alabastro lleno de perfume.  38Llorando, se puso junto a los pies de Jesús y comenzó a bañarlos con lágrimas.  Luego los secó con sus cabellos, los besó y derramó sobre ellos el perfume.  39El fariseo que había invitado a Jesús, al ver esto, pensó: “Si este hombre fuera de veras un profeta, se daría cuenta de qué clase de persona es esta que lo está tocando: una mujer de mala vida.”  40Entonces Jesús le dijo al fariseo: -Simón, tengo algo que decirte.

El fariseo contestó: -Dímelo, Maestro.

41Jesús siguió: -Dos hombres le debían dinero a un prestamista.  Uno le debía quinientos denarios, y el otro cincuenta; 42y como no le podían pagar, el prestamista les perdonó la deuda a los dos.  Ahora dime, ¿cuál de ellos le amará más?

43Simón le contestó: -Me parece que el hombre a quien más le perdonó.

Jesús le dijo: -Tienes razón.

44Entonces, mirando a la mujer, Jesús dijo a Simón: -¿Ves esta mujer?  Entré en tu casa, y no me diste agua para mis pies; en cambio, esta mujer me ha bañado los pies con sus lágrimas y los ha secado con sus cabellos.  45No me saludaste con un beso, pero ella, desde que entré, no ha dejado de besarme los pies.  46No me pusiste ungüento en la cabeza, pero ella ha derramado perfume sobre mis pies.  47Por esto te digo que sus muchos pecados son perdonados, porque amó mucho; pero la persona a quien poco se le perdona, poco amor muestra.

48Luego dijo a la mujer: -Tus pecados te son perdonados.

Cada cierto tiempo hago un inventario personal de mi relación con Dios.  Una de las preguntas que me hago a mí mismo es: “¿Cuánto amo realmente a Jesús?”  No siempre quedo complacido con los resultados del inventario espiritual.  Uso Lucas 7:36-48 como vara de medir mi amor por Él.  La mujer de este pasaje es un gran ejemplo de lo que es el verdadero amor por Jesús.

Su amor por Jesús era osado (v.37).  Su expresión de amor por Jesús pareció romper todas las reglas culturales de aquella época.  Pero no le importó quién la veía ni lo que la gente dijera de ella.  Ella quería mostrar a Jesús lo mucho que agradecía su perdón.

¿Qué tan osado es tu amor?

¿Permites que las normas culturales te impidan mostrar a Jesús cuánto lo amas?

Su amor por Jesús era emotivo (v.38).  Ella estaba llena de emoción porque Jesús le había demostrado mucho amor y perdón.  Cuando experimentas el gran perdón de Dios en tu vida no puedes evitar demostrarlo externamente.  ¿Cuándo fue la última vez que reflexionaste en lo mucho que Dios te ama y lo que te ha perdonado?  Si lo haces, tal vez no puedas contener las emociones que brotan de dentro de ti.

Su amor por Jesús era más que respeto. En esta historia, Lucas compara a dos personas.  Simón, el fariseo, respetaba quién era Jesús, pero no lo amaba realmente.  El verdadero amor es distinto del respeto.  El verdadero amor se expresa de maneras tangibles: Yo tengo que preguntarme periódicamente: “¿Respetas simplemente a Jesús como un buen maestro y líder, o de verdad lo amas como Salvador y Señor?”

Su amor por Jesús fue sacrificado.  Simón ni siquiera hizo lo que se requería o se esperaba (vv.44-46).  Esta mujer dio todo lo que tenía para mostrar su amor por Jesús (v.47).  ¿Qué has dado últimamente para mostrar tu amor por Él?

Aparta un tiempo para que hagas tu propio inventario espiritual hoy. Prueba tu amor por Jesús.

Reflexión: ¿Cuándo fue la última vez que hice un inventario espiritual de mi amor por Jesús?  ¿Cómo puede mi amor por Jesús ser más osado, más emotivo, más que respeto y más sacrificado esta semana?

Conclusión: En resumidas cuentas: un perdón grande da como resultado un amor grande.

ORACIÓN: Ayúdame, Señor, te lo ruego para que mi amor hacia Ti sea mucho más osado, emotivo y de entrega hacia Ti.  Te lo pido en Tu Santo Nombre, amén.


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