Una cosa es pelear solo, otra es hacerlo de la mano de Dios

Pero otra es cuando Dios pelea por nosotros; es allí cuando logramos entender que tenemos un Dios protector que nos cuida y batalla por nosotros de modo que nos da la Victoria.

Tal vez sea en el área familiar, o con tus hijos y mas aun contigo mismo; que sientas miedo, temor, persecución y enfrente de ti, problemas y mas problemas; déjame decirte que este fue el mismo caso que vivió Israel cuando el enemigo se levantó contra el; pero fue allí en donde Dios les hizo saber a través de su siervo Moisés que la batalla es de El y que el pelea por su pueblo; herman@ en la fe es tiempo de que dejes que Dios pelee por ti.

Hasta cuando pelearás con tus propias fuerzas, hasta cuando intentaras salir adelante por ti mismo, a pesar de que ya te diste cuenta que solo no puedes; déjame decirte que este es el tiempo, esta es la hora, este es el día; en el cual permitas que Dios tome las riendas del asunto y todo aquel enemigo que ha salido en pos de ti para hacerte mal será confundido y aquel gran mar invencible que hay delante de ti sea dividido.

Ese faraón que te persigue pueden ser pasiones desordenadas, vicios, malas intenciones, seducciones a hacer lo malo, la mentira, deudas, la pornografía y quizás, durante mucho tiempo has estado huyéndole; pero déjame decirte que en este mismo instante, Dios extiende su brazo para avergonzar a todo aquello que durante mucho tiempo ha querido hacerte mal; y aquel gran mar que está delante de ti, pueden llamarse retos, compromisos, responsabilidades; las cuales se te hacen difícil de enfrentar; pero Dios está dispuesto a decirle al mar ábrete y haz un camino para que mi hij@ pase en seco; Dios lo puede hacer y Dios lo va hacer si tan solo permites que el pelee por ti.