lunes, 18 de noviembre de 2013

ALABA A TU CREADOR

la palabra bendecir quiere decir alabar, dar gracias y congratular. Demuestra la decisión personal del salmista de dar gracias a Dios sin ninguna condición. La expresión “alma mía” significa que habla en forma personal y con inteligencia. La expresión “y bendiga todo mi ser su santo nombre”, implica que involucrará todo su ser: Su mente, sus emociones, su voluntad.

Cuando tomamos decisiones como la del salmista, somos victoriosos y estamos mejor preparados para servir a Dios y a nuestro prójimo. Además, podemos decir como el profeta Habacuc 3:17-18.

Al igual que el salmista, debemos agradecer a Dios por todos los beneficios. El escritor de este Salmo menciona algunos beneficios:

“Él es quien perdona todas tus iniquidades” (vs. 3a). Cuando nos arrepentimos y le pedimos perdón, Él perdona nuestros pecados. De hecho, no hemos sido destruidos porque Él es paciente y misericordioso.

“El que sana todas tus dolencias” (vs. 3b). Dios es el que nos sana de nuestros dolores: Físicos y morales. Padecemos dolores por causa de enfermedades; sufrimos dolores morales por la pérdida de un ser querido. Para el creyente ningún dolor es permanente, ya que Dios le libra de todos ellos.

“El que rescata del hoyo tu vida” (vs.4a). El pecado provoca la muerte eterna del hombre, pero Cristo nos ha salvado de esa muerte. Nos ha dado vida eterna. Además, nos libra de la corrupción de este mundo.

“El que te corona de favores y misericordia” (4b). Dios nos favorece de muchas maneras. Nos provee la vida; nos provee alimento, vestuario, techo y otros bienes. El favor más grande que Dios nos hizo fue habernos dado a su Hijo para que muriera por nosotros.

“El que sacia de bien tu boca” (vs. 5a). Dios satisface nuestros deseos con cosas buenas. Nos provee lo necesario para vivir. Dios nunca nos va a dar cosas que dañen nuestra salud.

“De modo que te rejuvenezcas como el águila” (vs. 5b). El águila es un ave de mucha fortaleza, y, además, renueva su plumaje cada año; renueva su plumaje porque ya no le sirve. La figura es amplia en significado.

El creyente debe eliminar de su vida muchas cosas inútiles, y sustituirlas por aquellas que Dios da. Los que temen a Dios, aunque no tienen una fuerza física como la de un joven, tienen una fuerza espiritual inexplicable.

Nosotros no tenemos menos razones que el salmista para agradecer a Dios. Dios nos ha beneficiado en gran manera.
Tenemos que estar agradecidos con Dios por todos sus favores.

Él envió a su Hijo Jesucristo para que muriera en la cruz del Calvario para rescatarnos de nuestros pecados.

Tenemos que agradecer a Dios porque Él nos ha sanado, nos ha librado de muchos peligros, y, además, nos tiene preparado un lugar especial en el cielo.



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