viernes, 1 de agosto de 2014

Amado mío, oye mi voz y no endurezcas tu corazón






Porque yo soy tu creador, el único
que te puede salvar, y además, quiero salvarte (He. 3:7,8).
Es cierto que tú estas separado de mí, porque has pecado 
(Ro 3:23).

Sin embargo, yo te amo mas que nadie, y por más insignificante que seas para otros, para mi eres la obra más preciosa de mis manos.
Por amor te creé a mi imagen y con gran amor por ti dejé los salones del cielo; te vi perdido, y vine a la tierra a buscarte
(Lc. 19:10; ez 34:11, 12).

Me hice hombre como tú, pero sin pecado (He. 4:15; 1P. 2:22).

Dar mi vida por ti para salvarte fue mi mayor misión voluntaria de amo (Jn. 3:16).
Mi preciosa sangre que derramé en la cruz sería el precio justo por tus pecados.
Al morir en tu lugar pagué toda tu deuda; mi sacrificio fue suficiente
(1P. 1:18,19 ; He. 10:14).

Me sepultaron y resucité al tercer día me presenté varias veces a mis discípulos; les mostré las señales de los clavos en mis manos y de la lanza en mi costado (1Co. 15:5,6).

Ellos me vieron y hablaron y comieron conmigo y creyeron
(Lc. 24:36,43).
Creerme ahora sin verme te justifica y te hace feliz para siempre
(Jn. 20:27,29).

Pasados 40 días, ante la presencia de mis discípulos, ascendí al cielo (Lc. 24:50,5; Hch. 1:2,3).

Aquí estoy ocupando mi trono de gloria,
Alumbrando el palacio real del universo (Ap. 21:23).

Soy el Rey de reyes y el Señor de señores, el primero y el último,
el que estuvo muerto, y vivió y vive por los siglos de los siglos amen.
También ejerzo de abogado defensor ante el Padre para los que han creído que yo soy quien digo ser y me han recibido por salvador personal y Señor (1Jn. 2,1).

En mi segunda venida resucitaré a los que hayan muerto creyendo en mí, y les daré un cuerpo de gloria como el mío.
Los que crean en mí y estén vivos también recibirán un cuerpo de gloria, subirán a recibirme en el aire y estarán siempre conmigo (1Ts. 4:16,17).

No te pierdas la gloria eterna para la cual te formé amorosamente con mis manos, y te di mi vida con tanto amor. Pídeme perdón y salvación, porque eso es todo lo que te pido hacer para para perdonarte y salvarte aquí ahora mismo (Hch. 2:21).

Amado, ora con fe:
Señor Jesús, soy pecador y me arrepiento.
He oído tu voz y te he creído; por favor, perdóname, y sálvame
de la ira venidera en el lago de fuego (Jn. 3,36)
Escribe mi nombre en el libro de la vida en el cielo,
porque yo anhelo vivir eternamente contigo (Ap. 20:15).
Desde este momento te tomo la palabra, y me proclamo salvado por feen tu precioso nombre, porque tú as dicho que así lo sería.
Eres Dios y no mientes (Nm. 23:19).
Señor mío, creador mío y Dios mío Jesucristo te doy las gracias
por haberme perdonado, y salvarme solamente por creerte, y pedirte perdón y salvación por fe.
Ahora que estoy salvado y sé que viviré eternamente en tu gloria
te pido también que me unjas con tu maravilloso Espíritu de amor eterno, para amarte siempre a ti y a los demás, así como tú lo quieres.
Amen

1 comentario:

  1. Дай только силы Господи, на борьбу
    с коварными оборотнями!

    ResponderBorrar