martes, 26 de noviembre de 2013

QUE HACER EN CASO DE PECADO

La voluntad de Dios es que los cristianos no sigan pecando. De hecho, es posible no seguirlo haciendo. Con todo, si un cristiano peca, hay provisión en Dios para recuperar la comunión con Él.

Inmediatamente después de recibir la salvación, se nos manda que no pequemos más (Jn.5:14;8:11). Toda persona salva, debe dejar de pecar.

¿Es esto posible? ¡Por supuesto que sí! Es posible, porque tenemos una vida que no peca, ni tolera el más leve indicio de pecado, ya que es santa como Dios. La vida nueva que tenemos es muy sensible al pecado; si vivimos por ella y le obedecemos, no pecaremos.

Sin embargo, si pecamos se debe a que aún estamos en la carne. Si no andamos conforme al Espíritu, en cualquier momento podemos pecar. Por eso dice en Gálatas 6:1: "Si alguno fuere sorprendido en alguna falta ...";
y en 1ª Juan 2:1:
"Hijitos míos ... si alguno hubiere pecado ...".

Todo creyente está expuesto al pecado, y es inevitable que peque (1ª Jn.1:8,10).
Podemos decir por experiencia que es muy posible caer esporádicamente en el pecado a pesar de ser creyentes. Esto suele ser muy doloroso para un creyente que ama a Dios, y que quiere andar en santidad.



No hay comentarios.:

Publicar un comentario