No debemos conformarnos a este mundo, ni dejarnos moldear por él, ni por todo aquello que no nos edifica, sino por el contrario debemos dejar que Dios nos pueda moldear y transformar para poder ser luz y sal en un mundo que no tiene a Cristo y que vive en desesperanza.
Nosotros debemos influenciar al mundo, donde Dios no ha llamado a ser luz, mostrando el amor de Dios a toda persona sin importar su condición económica o social.
Cuando dejamos que Dios renueve nuestro entendimiento, nuestro carácter, forma de pensar y de ser, se va comprendiendo cual es la voluntad de Dios y para que hemos sido llamados.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario