martes, 13 de agosto de 2013

Jesús nos declaró Sal de la tierra,

Jesús nos declaró Sal de la tierra, es decir sanadores, dadores de vida, preservadores a través de la palabra de Dios, en cantidades específicas para cada uno de los que estén a nuestro alrededor, ya que no podemos poner la misma cantidad a todos, necesitamos llevar la medida perfecta a cada cual, y así traeremos vida y salvación.

Pero si la sal se vuelve insípida, Ya no sirve para nada, sino para que la gente la deseche y la pisotee, que cuidado deberemos de tener, si la sal se desvanece de nuestro corazón, como recobraremos nuestro sabor…recordemos que el que lleve esa sal, deberá de llevar palabras que purifican, sazonan y preservan…esas son las funciones del que ha sido preservado, es decir salvado por el dador de la vida eterna…nuestro Señor Jesucristo.

Querido amigo, querida amiga, como siempre dos opciones, simple y desabrido, o siendo esa sal que le da el sabor a la tierra. Tú decides!!!





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