jueves, 29 de agosto de 2013

HOY ME LEVANTO COMO LAS AGILAS

Es hora de rendirnos delante de su presencia y permitir que renueve nuestras fuerzas y entonces extendamos nuestras alas y volemos sobre todo aquello que sobre tierra nos parece inmenso, enorme, grande y hasta temible, pero que en las alturas del Señor TODO parece inofensivo y aquello que parecía gigante se convierte en miniatura.

Permitamos que nuestras alas se extiendan y que el Señor nos de dirección, que El pueda dirigirnos en nuestro vuelo y podamos sobrevolar todo aquello que humanamente parece duro o difícil y hasta casi imposible, y que mientras volemos, podamos entender que a su lado nada es duro, ni difícil y peor imposible, pues El hace que las cosas imposibles sean posibles y que lo difícil se convierta en fácil.

Hoy Dios quiere renovar tu vida, no permitas que el cansancio te derribe, no permitas que los comentarios negativos dañen tus alas, no permitas que las ideas que el enemigo quiere muchas veces introducir en tu mente te eviten creer que eres un águila de Dios.

Levántate, ponte en pie, extiende tus alas y comienza el vuelo junto al Señor, pues junto a Él todo parece insignificante, solo permite que pueda renovarte.

LEVANTEMOS NUESTRAS ALAS DE ÁGUILA Y VOLEMOS AL LADO DEL SEÑOR EN SUS ALTURAS.



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