sábado, 17 de agosto de 2013

ACEPTA A JESUCRISTO

Es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo.
2 Corintios 5:10.

“Todos hemos de comparecer ante el tribunal de Cristo” (Romanos 14:10). El que no haya creído en Cristo tendrá que comparecer ante el tribunal de Dios (Apocalipsis 20:12) y será condenado. El mal que haya cometido de ninguna manera podrá ser borrado por el bien que haya hecho. Pero si acepté a Jesucristo no iré a juicio, porque el castigo que merecían mis faltas ya lo recibió Jesucristo, mi Salvador. “El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida” (Juan 5:24).

Sin embargo, como creyente tendré que presentarme ante el tribunal de Cristo para que todo sea puesto a la luz. Será el día del juicio de mis obras. No habrá ninguna condenación, ya que mis pecados han sido perdonados. Habrá una pérdida en relación con el mal que haya cometido… o una recompensa: el Señor recompensará todo el bien que haya hecho por él, incluso un vaso de agua dado en su nombre.

La idea del tribunal no me asusta, porque el juez que lo presidirá será mi Salvador, quien llevó él mismo mis pecados. Allí estaré en presencia de su perfecta gracia; conoceré su apreciación de mis hechos y me maravillaré de la inmensidad del amor divino. Esta perspectiva en el fondo es estimulante para mí, pues me hace ser consciente de la seriedad de la vida y me anima a vivir más cerca del Señor.



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